Apoteosis

Roberto Maján, one of Spain’s finest current illustrators, presents APOTHEOSIS. A selection of works in watercolours through which he explores his own influences and also cultural references of poetry, music, cinema and art using icons to that he connects with. Maján’s precise and delicate technique explores what makes his characters – Federico García Lorca, Madonna, Frida Kahlo, Elvis Presley, Lola Flores, Bob Dylan, Virginia Woolf, Morrissey, Montgomery Clift and Oscar Wilde tick in his transcendent style. APOTHEOSIS presents us with a personal “Majanian Pantheon” over a series of paintings that flaunts the artist’s erudite sophistication. Roberto’s beautiful and delicate works will surely not leave you indifferent to their individual messages.
ROBERTO MAJÁN
“APOTHEOSIS is what the ancient Greeks called the event by which mortals reached divinity. It might also be construed as an abstraction of time, most specifically with regard to the big time (“momentazo”) that ultimately reflects culmination. I have used figures from mythology, religion, literature, cinema and popular music to convey this. Individuals that have accompanied me in one way along the way that have helped guide my own moral and aesthetic clichés. This is my tribute to these important characters even although many of them are not positive role models. They have however, been and will continue to be, excellent company during my journey.”
Interview in Spanish with Roberto:
Roberto, nos gustaría que el público tuviera una visión más cercana de tu trayectoria, de tu trabajo y de ti como artista, para que además de disfrutar visual y emocionalmente de tu exposición y de tu obra, puedan saber cómo trabajas y que te ha traído hasta aquí.
Desde que llegaste a Madrid hace ya muchos años, empezaste a trabajar como ilustrador para diversos medios de comunicación y editoriales ¿cómo empiezas en el mundo de la ilustración?, ¿tienes una formación específica?
No tengo formación académica específica. Cuando empecé no existían escuelas de ilustración y la opción era Bellas Artes. Lo cierto es que tenía poca idea de ilustración y demasiada arrogancia como para pensar que podía trabajar de ello. Ahora sigo sin saber mucho pero tengo menos humos. Mis primeros trabajos eran bastante literales, sin muchos recursos formales ni retóricos. Lo que aprendí lo hice por mi cuenta. Soy una persona curiosa a la par que desordenada así que el “autodidactismo” es mi forma de aprendizaje natural.
¿Cuál fue tu primer proyecto a nivel profesional?
Una colaboración para el periódico municipal que publicaba el ayuntamiento “Villa de Madrid” allá por el paleolítico superior. Me hizo ilusión verme impreso por primera vez. A mi madre también.
¿Crees que el mundo editorial es un buen ámbito para desarrollar tu carrera como artista?, ¿te gustaría trabajar en otros ámbitos además del editorial o del artístico?
Lo cierto es que estoy muy cómodo trabajando en proyectos más personales. Estuve nueve años retirado del mundo ilustración y cuando regresé lo hice en otras condiciones. Con el disfrute como premisa principal. Me encantaría hacerme cantante de boleros pero soy consciente de mis limitaciones.
¿Tienes el mismo proceso de trabajo para hacer obras para una exposición que para tu trabajo como artista gráfico?
Sigo comportándome como un ilustrador y para cada proyecto planteo soluciones conceptuales y gráficas diferentes. Pero obviamente para mis proyectos expositivos me permito licencias impensables en el mundo editorial además de que independientemente del filtro, el trabajo artístico es siempre de una u otra forma autorreferencial. Para un trabajo editorial el autor no habla de sí más que de una forma tangencial y no pinta tantas pollas como yo acostumbro.
¿Qué tiene que tener una de tus obras para que estés satisfecho con el resultado?, ¿Cuál dirías que es tu mayor habilidad cuando creas, y cómo la has ido perfeccionando a través de los años?
Esa es una buena pregunta que nunca me he hecho. Pues no lo sé, la verdad es que cada imagen que resuelvo me gusta por motivos diferentes y en ocasiones hasta antagónicos así que no existe un común denominador… sin contar con aquellas piezas que me gustan cuando las hago y dejan de hacerlo después o viceversa. Hay criterios estéticos que podría llamar prejuicios y que son cambiantes y traicioneros. Cada trabajo respira de una forma diferente y lo que sería inadmisible para uno es deseable para otro. Supongo que se trata de cierta idea de coherencia sin importar que esté mejor o peor ejecutado o sea de gran belleza plástica o un pastiche… Al final las variables de la comunicación visual se nutren de muchísimas cosas, no hay limites, todo se conjuga de forma muy rápida y asumimos códigos estéticos en tiempo real. Creo que aunque para la creación no haya limites uno debe a asumir que los tiene como creador y conocerlos. Ese suele ser siempre mi punto de partida.
¿Ha habido algún trabajo que consideres especialmente importante en tu trayectoria profesional hasta ahora?
El kamasutra que hice para Artichoque significó el inicio de esta nueva etapa donde primaría el juego y el disfrute por encima de cualquier otro supuesto. Creo que se nota que me lo pasé pipa. Y no porque me masturbara más de lo habitual que suele ser lo estrictamente necesario para mi salud prostática.
¿Cuál sería tu proyecto ideal?, ¿adónde te gustaría llegar profesionalmente?, ¿y artísticamente?
No espero llegar a ningún lado aparte de la vía muerta en que acabaremos todos y que no tengo prisa en alcanzar. Me interesa el proceso y el camino que se hace al dibujar, como diría ese poeta. Vivo el momento. No sé si mañana me apetecerá seguir dibujando o preferiré dedicarme a cosas de otro relumbre.
¿Cuáles son tus referentes artísticos, lo que te inspira, tus influencias?
Vivo permanentemente influenciado como la mujer de Cassavetes, soy un fagocitador a nivel consciente e inconsciente y un ladronzuelo poco escrupuloso. Las influencias inconscientes las analizaré algún día con mi analista, las conscientes las podría dividir en buenas y malas sin saber muy bien si unas son más valiosas que las otras, pero aquí las voy a poner todas juntas: Jim Flora, Victor Escandell, Suicide, Suarez Londoño, Love and the Rockets, Paul Colin, Ceesepe, Bronzino, Henry Darger, David Lynch, Picasso, Henry Rouseau, Daniel Santos, Glauber Rocha, Elvira Rios, Las Fallas, Arnal Ballester, Velázquez y el Prado, Leger, Pretty Pickles, Malevich, Mercè López, Rene Magritte, Grosz, Jose Antonio Méndez, Marta Urosa, Isidro Ferrer, Pep Montserrat, Sonia Pulido, María Pascual, Pitita Ridruejo, Porno tube, la Pasiflora, los ex votos, los ex novios, Felipe Pirela, Luis Parejo, Camilo Sexto, La Biblia, Rebeka Elizegui, Vainica Doble, Rodrigo G. Marina, Santiago Sequeiros, Los carteles polacos y mexicanos, Hans Bellmer, Riki Blanco, el gazpacho, Saul Steinberg, Djuna Barnes, Roberto Goyeneche, los calendarios de la Caja Rural, Frans Masereel, El Víbora, Coque Azcona, las cubiertas de las novelas de Corin Tellado, mis compañeros de galería y los que en algún momento lo fueron…y un largo etc., (sí, tú también) y por supuesto todos los retratados en esta exposición.
¿Cómo te sientes frente esta nueva exposición individual?
Con cada nueva expo siento el mismo vértigo. Como siempre es una ruptura con lo anterior; no sé si en mi ensimismamiento he hecho una mamarrachada. No me puedo fiar de los amigos que la han visto pues la gente, ya se sabe, es demasiado amable con uno. En cualquier caso, a pesar del vértigo, diría que estoy en paz con el mundo pues sólo he utilizado papel de algodón orgánico respetuoso con el medio ambiente.
Cuando empezaste el proyecto de esta exposición hace ya más de dos años, que se dice pronto, ¿cómo elegiste el tema?, ¿cómo afrontaste tu día a día a la hora de pintar?,¿Cuál fue tu proceso creativo y qué es lo que más recuerdas de este tiempo?
Pues la formulé como una ecuación cuyas variables eran por una parte el contexto expositivo, es decir, La Fiambrera, una galería con una marcada impronta y por otra mi simpatía o devoción hacia determinados iconos Pop del mundo de la música, la literatura, el cine y la lucha por los derechos civiles. Iconos a los que he querido ligarme con este homenaje. La fecha de exposición se ha retrasado más de un año por la pandemia así que he disfrutado de mucho tiempo de más, lo que me ha permitido tomármelo con muchísima calma y pintar también algunas hojitas y florecitas extra. Con todo, el trabajo lleva meses terminado porque soy un chico aplicado. Lo primero fue elaborar la lista de personajes lamentando mucho la gran cantidad de ellos que se quedaron en el tintero y a partir de allí buscarles un contexto apropiado. En muchos casos el homenaje va más allá del personaje pues he recreado obras pictóricas del Barroco y el renacimiento, muchas de ellas del Museo del Prado. Un lugar que he aprovechado para visitar a menudo durante esta pandemia por las condiciones especiales de aforo que hacían de la visita una experiencia inédita, sin grupos de turistas vociferando y bailando la conga por los pasillos. Recuerdo especialmente el mes del confinamiento estricto, en el inicio de la primavera, pintando en mi estudio con los balcones abiertos y el silencio en la calle como algo irrepetible. Esa extraña antinomia entre la placidez del proceso creativo que disfruté con glotonería y el drama que ese silencio representaba con tantos muertos por COVID.
¿Qué encontrará el espectador que se acerque a la exposición?
Encontrará un montón de figuras familiares en un contexto apoteósico. Ese músico que cantaba esa tonadilla que sonó todo ese verano de su bautismo sexual, ese actor con el que fantaseaba su novia y del que se alegraba que hubiera tenido una muerte temprana, esa cantante que se colaba en su casa por la tele a la hora de la comida y decía esas sandeces pero con ese gracejo que la hacía como de la familia, ese escritor cuya novela leyó porque le habían dicho que era muy buena y que no entendió muy bien pero que dejó en su memoria un poso que era la versión concentrada y “mistérica” de ese libro… en definitiva un montón de amigos que le han hecho la vida más llevadera y a los que querrá llevar consigo a casa.
¿Tienes una imagen favorita de la exposición?, ¿cuál crees que representa mejor lo que quieres decir con esta muestra?
La que más mimé es la de San Sebastian que como no sé cómo era, ni siquiera si llegó a ser, pues no es en rigor un retrato; más bien una recreación con mucha fantasía de la mía. Es el signo bajo el que están las otras piezas, pues como icono gay, representa los referentes culturales que tomé prestados para construirme como homosexual en una época en que no había otros. El hecho homosexual sólo salía a colación como insulto o descrédito; no sabía de nadie a mi alrededor que lo fuera, a parte de mí y uno se puede llegar a sentir muy solo en esa tesitura. Así que gran parte de mis retratados son ilustres sodomitas y destacadas bolleras o “mariliendres” que fueron en gran medida mis madrinas y padrinos.
¿Cómo ves las cosas ahora para los creadores plásticos en España en general?, ¿hay algún consejo o sugerencia que le darías a los artistas que quieran desarrollar su carrera en España?
Veo mucho interés por la ilustración. Las escuelas están formando profesionales de nivel y la información fluye en todas las direcciones. El panorama ya no es sólo el mercado español, internet lo pone todo al alcance de la mano. Por otra parte, aunque el radio de acción se haya ampliado, el mercado se ha devaluado bastante. Supongo que será por las leyes de la oferta y la demanda, la digitalización además de tanta gente peleando por un poco de visibilidad. Instagram también significa una cierta devaluación cuando el deseo de llegar a más seguidores te empuja a asumir códigos más facilones e instalarte en la repetición de fórmulas que se convierten en una marca. De todas formas, lo veo todo a bastante distancia desde mi particular limbo, dado que ya no estoy muy dentro de ese mercado y no creo que mis consejos al respecto sean de interés.