Descripción
Jimi Hendrix, Bob Dylan, Otis Redding, los Beatles, James Brown, Mick Jagger, Bowie… la lista de devotos deudores de Little Richard es larga como una pandemia sin pan y no es para menos. Él era no sólo la reina y señora del rock and Roll, también su creador. Tan así que hasta la sociedad americana pasó por alto su escandalosa pluma y tez africana, no tanto como para reconocerle el trono, que fue ocupado por Elvis con mucho menos mérito, pero por lo menos, darle su fama y sus fueros. Chica, algo es algo. Representado como Uriel el arcángel, tratando de derrotar esta vez, no los ejércitos de Senaquerib, sino a sus propios demonios en forma de lenguas lascivas que lo llevaban de orgía en orgía en los paréntesis de sus arranques evangélicos.