Descripción
Se presenta a menudo a Santiago el menor con un bastón de batanero, como objeto de una de sus probables muertes. Como en otros casos, tampoco hay acuerdo y otras tradiciones hablan de lapidación a manos del sanedrín. En Valle Inclán el bastón de batanero se convierte en manos del victimario Manuel Bueno, compañero de tertulia, en el bastón con que el golpearía a Valle y le haría perder el brazo. La entereza de Valle trascendió pues fue capaz de permanecer despierto durante la amputación, desmayándose tan sólo una vez y fumándose un puro cuando recuperó la conciencia. Claro que en Valle, tan fabulador de sí mismo, esto es tan probable como cualquier cosa atribuida a su sosias Santiago.