Descripción
Aquí Karl Marx exhibe su potencia fálica (el tren) en Schönhauser allee en el Barrio de Berlín. Es un barrio tradicionalmente activista y alternativo, pero finalmente gentrificado y objeto de especulación. Aquí Marx, como icono Pop, resignificado por el capitalismo, apresado por el escrutinio del tiempo y de la historia nos erotiza de un modo aspiracional, como un anuncio publicitario. Los relojes-esposas del artista Blu, que intervino una gran pared en Kreuzberg con esta imagen y que acabó pintando de negro para que los Hoteles cuyas ventanas daban a este mural no especularan con el precio de las habitaciones, refuerzan esta idea. Los cuervos de la especulación también nos recuerdan las invasiones de cuervos que ha sufrido Berlín y que en algunos momentos han llegado incluso a atacar a las personas.