Hipódromo de la Zarzuela

300.00

2020
Tinta, rotuladores y gouache sobre papel acuarela
Obra única
30 x 42cm

 

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Descripción

Curro Suárez es un ilustrador de trazo muy personal, irregular y perfecto a la vez, con mucho gusto por el detalle, que reproduce en sus dibujos lo que mira a través de su cámara de fotos; sus paisajes urbanos recuerdan a los escenarios por los que corretean algunos dibujos animados de los años 60 y 70. Una mezcla perfecta de amor por la arquitectura, perspectiva académica, color y cultura popular.

El Hipódromo de La Zarzuela, es uno de los recintos más emblemáticos de la capital y un hito arquitectónico del racionalismo madrileño, no muy conocido puesto que se encuentra en las afueras de la ciudad, pero es un lugar selecto de ocio y restauración de gran tradición en Madrid que combina el disfrute de los espacios al aire libre del hipódromo, con la emoción de las carreras y las apuestas. Las gradas del Hipódromo de la Zarzuela, construído en los años 30 del siglo XX, están cubiertas por una ingrávida marquesina de hormigón armado que diseñó el ingeniero Eduardo Torroja, inspirado en valores «modernos» como la competitividad, el higienismo y la vida al aire libre, tan reivindicados por los artistas, los políticos y los intelectuales de la época. Su construcción se inició en 1935 para sustituir al Hipódromo de la Castellana y se paralizó por la Guerra Civil. Tras ésta las obras eran un montón de ruinas y se tuvo que acometer su reconstrucción que no se terminó hasta 1941.

 

curro suarezCURRO SUÁREZ (Barcelona, España, 1973)

Aunque nacido en Barcelona, trabaja en Madrid como publicitario desde 1997. Como ilustrador, ha realizado encargos para BBVA, Coca-Cola, o Vodafone; ha hecho incursiones en la ilustración infantil, la televisión, o la música (para el grupo His Majesty The King, Imagen del desaparecido Neu! Club, etc.). Ha ilustrado portadas de la revista Visual o del boletín del Club de Creativos.

Le inspiran la naturaleza y la ciudad por igual, y muchas referencias de clásicos modernos y contemporáneos como Chagall, Sauvignac, o Jim Flora; así como estéticas y músicas de los 50, 60 y 70, el arte primitivo, Charley Harper, Richard Scarry, Quentin Blake, Blue Note Records, Hatch Show Print…pero siempre con un ojo puesto en la actualidad.

Su obra es colorista, animada, con preferencia por el dibujo del trazo, y un gran gusto por la arquitectura; cuando abandona la arquitectura para recrearse en individuos o animales, siempre muestra mezclas de sus referentes culturales occidentales y orientales, con un aire surrealista.