Descripción
Curro Suárez es un ilustrador de trazo muy personal, irregular y perfecto a la vez, con mucho gusto por el detalle, que reproduce en sus dibujos lo que mira a través de su cámara de fotos; sus paisajes urbanos recuerdan a los escenarios por los que corretean algunos dibujos animados de los años 60 y 70. Una mezcla perfecta de amor por la arquitectura, perspectiva académica, color y cultura popular.
De todas las elecciones del artista para representar Madrid, esta sea quizá la más romántica, la que mejor representa su amor a esta ciudad y a la música underground. No hay nada arquitectónico destacable en esta elección, pero si existe un punto neurálgico en el madrileño y castizo barrio de Malasaña, en lo que a vida nocturna se refiere, es este mítico bar; una antigua carbonera que en 1979 abre su puertas como La Vía Láctea, un punto de encuentro de lo más granado de la movida madrileña. No había locales como éste en la ciudad, casi se puede afirmar que no había escena “underground” en Madrid hasta ese momento y pronto se convirtió en lugar de peregrinaje de artistas e intelectuales del mundo alternativo. Era el ‘templo de la modernidad’. Y el tiempo ha pasado, pero parece que por él no lo ha hecho. Porque cuando se entra en este local, todo sigue igual. Incluida la música: rock and roll, punk y temas de las décadas de los 50, 60, y 70.