Descripción
«Durante los meses de encierro, los minipirris fueron de los que más sufrieron el aislamiento: no poder ver a sus amigos, ni poder salir a jugar a la calle, ni ver a los abuelos, la monotonía… así que muchos padres y madres crearon un mundo paralelo donde poder jugar, divertirse y tener la mente fuera de las cuatro paredes de la casa. Fuertes con almohadones y sábanas, repostería, pelis con palomitas, juegos de mesa… cada familia creo su propio mundo para tener alegre el espíritu de la chavalada. «Safety zone» recoge una escena de esos mundos paralelos, una fortaleza donde dejar fuera a «la tristeza y los virus».» Alvaro P-FF