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Pop Art

Arte pop, es un movimiento artístico surgido en Reino Unido y Estados Unidos a mediados del siglo XX inspirado en la estética de la vida cotidiana y los bienes de consumo de la época, los anuncios publicitarios, los comics, el cine y objetos domésticos. El arte pop, como la música pop, buscaba utilizar imágenes populares en oposición a la elitista cultura existente en las Bellas Artes abanderada por el expresionismo abstracto, separándolas de su contexto y aislándolas o combinándolas con otras, además de resaltar el aspecto banal o kitsch de algún elemento cultural, a menudo a través del uso de la ironía. El arte pop y el minimalismo son considerados los últimos movimientos del arte moderno y por lo tanto precursores del arte postmoderno. Entre los artistas considerados como precursores del movimiento pop están Marcel Duchamp, Kurt Schwitters, Man Ray, Max Ernst y Jean Arp. El movimiento como tal surgió a mediados de los años 1950 en el Reino Unido y a comienzo de los años 1960 en los Estados Unidos con diferentes motivaciones. En Estados Unidos marcó el regreso del dibujo del tipo Hard edge (traducido como «dibujo de contornos nítidos») y del arte figurativo como una respuesta paródica e irónica al expresionismo abstracto y contra el consumismo y los valores conservadores. El arte pop temprano de Inglaterra se puede considerar como una serie de ideas alimentadas por la cultura popular estadounidense vista desde lejos, mientras que los artistas estadounidenses estaban comprometidos con los derechos civiles y por protestar en contra de la Guerra de Vietnam. Muchos artistas adoptaron técnicas mecánicas de imprenta para reflejar el mundo contemporáneo y distribuir su arte en masa, como un bien de consumo, usando la repetición también como recurso estético y estilístico. Al contrario que el Expresionismo abstracto, pretendía unir arte y vida mediante el enfriamiento de las emociones reflejando la superficialidad de los elementos de la cultura de masas. Con esto se destaca la inexpresión y la impersonalidad del objeto, alejándose de cualquier tipo de subjetividad del artista. El arte ya no imita a la vida, ni las emociones, sino que es la vida la que imita el arte o la imagen.